Palacio de Justicia, Bogotá
La mañana del 6 de noviembre de 1985, revolucionarios del Movimiento 19 de abril (M-19) se tomaron el Palacio de Justicia de Colombia, con el fin de denunciar incumplimientos respecto al acuerdo de paz firmado con el Presidente Belisario Betancourt.
Mantuvieron de rehenes a más de 350 personas entre magistrados, servidores judiciales, empleados y visitantes. El Ejército Nacional de Colombia puso en marcha una operación de retoma, tanques de guerra ingresaron y bombardearon hasta que el fuego consumió el edificio. Solo quedaron ruinas y numerosos cuerpos calcinados.
30 años más tarde, la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado colombiano por 11 de desapariciones forzadas y serias falencias en la investigación de las víctimas. Los familiares, en respuesta a la ausencia de verdad y a la impunidad con que han sido encubiertos los hechos, se unen cada año en un acto simbólico para dar homenaje a sus seres queridos y pedir verdad, justicia y reconciliación.
A ellos se suman artistas colombianos que a través de su arte contribuyen a conmemorar a las víctimas de la violencia. Con obras como Noviembre 6 y 7, Quebrantos o Sumando Ausencias, la artista Doris Salcedo invita al duelo de estas personas asesinadas; pero un duelo sin olvido, a través de la invocación continua de sus nombres en Plaza de Bolívar, corazón político del país.