Fotografías de Francisca Márquez

Fragmentos, Bogotá

Colombia firmó en el año 2016 un acuerdo de paz histórico para terminar con 50 años de guerra y violencia. En este acuerdo se decidió que las armas de la FARC se fundirían para hacer una obra de arte o un contramonumento, como le llamará Doris Salcedo.

Fragmentos es un espacio construido para las memorias del conflicto armado. Si un monumento convencional, suele ser una pieza “que todos deberíamos mirar hacia arriba”, Doris Salcedo, propone que eso no ocurra con las armas, pues Fragmentos se erige como “un contra-monumento que representa el vacío y la ausencia”. Concebido por la artista y realizado con la colaboración de mujeres víctimas del conflicto armado, Fragmentos se compone de tres espacios conectados en una gran superficie de metal fundido de las armas entregadas por la ex guerrilla de las FARC. El espacio conserva en su centro una gran ruina correspondiente a una casona colonial, situando temporalmente la historia de La Violencia.

Como señala la artista, “el arte lo que permite es la continuación de la vida”, y allí se levanta un espacio para los “diálogos difíciles”. Un diálogo que no pierda de vista a las víctimas, porque “las víctimas en algún momento podremos perdonar, pero es un perdón sin olvido, un perdón con justicia, un perdón con no repetición, un perdón con reparación.” La primera exposición de Fragmentos cobija la obra “Duelos” de Clemencia Echeverri. “En un país donde la violencia atraviesa la historia, señala Echeverri, la conmemoración de los cuerpos desaparecidos es el camino para hacer el duelo y excavar las capas de la memoria. Un duelo sin fin, por la desaparición forzada que continúa, en una sociedad que busca la paz.”